DUMPING: CUANDO LO BARATO SALE CARO
Por Andreas von Wedemeyer
Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias
Publicado en La República el 06 de noviembre 2017
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«El dumping es una distorsión a la leal competencia».
El domingo 29/10/2017, Fernando Berckemeyer, director periodístico de El Comercio, publicó el artículo “Las industrias panda” (https://goo.gl/ecakcL) criticando la decisión de Indecopi de ampliar la aplicación de medidas antidumping a los tejidos pakistaníes y calzados chinos. Sobre ello, precisamos:
La importación a precios bajos es positiva para el consumidor que tiene más opciones y para la industria nacional que enfrenta así un entorno de competencia en el cual solo deben perdurar las empresas productivas. La competencia leal, brinda reglas de juego equitativas, para que en el mercado gane el mejor, y no quien tiene más subsidios o viola más derechos laborales.
El dumping es una distorsión a la leal competencia. Es la importación de bienes por debajo de su precio de venta en el mercado de origen, y en muchos de los casos, inferior a su costo de producción debido a subsidios y/ o incumplimiento de estándares de comercio justo. Desaparece la industria formal que crea empleo de calidad, genera valor agregado y tributa en el país, permitiendo que los importadores dumping, ya sin competencia impongan condiciones desfavorables para el consumidor.
Las medidas antidumping no tratan pues de Proteger a la Industria sino de Defender la Competencia. No son una invención peruana sino un mecanismo técnico y legal, amparado por la OMC para restituir el equilibrio en los mercados cuando la libre competencia es destruida por prácticas desleales.
En el mundo existen hoy 1,586 medidas antidumping. Solo EEUU, Europa, Canadá y Australia aplican un tercio (515) de ellas. China, India y Pakistán suman la cuarta parte (360).Y mientras México y Colombia aplican 71, el Perú registra solo 9.
Si la competencia desleal mata la industria nacional ¿Cómo crearíamos los 1,6 millones de empleos que esta genera? El antidumping es una forma civilizada de resguardar la competencia, un interés público a defender si aspiramos a ser un país desarrollado con oportunidades para todos.
