- Silvia Hooker, gerente de Asuntos Internacionales de la SNI, enumeró las acciones a implementar en el país y en la región para luchar contra el comercio ilícito.
- Participó representando al Perú en el VI Encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC) que se realiza en Quito, donde se reunieron especialistas de empresas, gremios y gobiernos de 14 países para combatir al contrabando en la región.
En los últimos 10 años, el contrabando ha generado pérdidas económicas por más de US$ 5 000 millones al Perú, mostrando una tendencia creciente debido a nuevas modalidades aplicadas por bandas criminales.
Solo en el 2019, la SUNAT estimó que se perdieron US$ 601 millones por esta actividad, que afecta a pequeñas, medianas y grandes empresas dedicadas a la exportación e importación, afirmó Silvia Hooker, gerente de Asuntos Internacionales de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), en el VI Encuentro de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC).
La representante gremial explicó que ha venido aumentando no solo el ‘contrabando abierto’, que es la entrada al país de productos que evaden todos los controles, sino el llamado ‘contrabando técnico’, en el que los productos ingresan por puntos controlados por el Estado, pero luego se comercializan de forma ilegal.
“En el contrabando técnico encontramos violación de derechos de propiedad intelectual, subvaluación, subfacturación, falsificación, adulteración y defraudación aduanera y de impuestos en general, generando en el mercado una competencia desleal de estos productos con otros que sí cumplen los estándares laborales, ambientales, sanitarios y tributarios, y por todo esto tienen un costo mayor”, señaló Hooker.
Asimismo, detalló que esta actividad origina una menor recaudación de impuestos por el fisco y afecta de manera transversal a la industria en sectores como el textil, confecciones, calzado, plásticos, cerámicos, metalmecánico, farmacéutico, tabaco, bebidas y alimentos. Ante esta situación, la ALAC trabaja en las siguientes recomendaciones:
- La información debe ser pública. Las declaraciones de importaciones y exportaciones deben estar a disposición de todos, ser de fácil acceso para cualquier persona, de modo que desde el sector privado se puedan identificar comportamientos irregulares y ser denunciados ante la autoridad.
- Disponer de cifras de contrabando técnico. Se debe construir, actualizar y dar a conocer cifras de este problema por país y por sector para identificar valores de pérdida de recaudación fiscal y visibilizar su fuerte impacto negativo. Es importante cuantificar el daño que el contrabando técnico hace a toda la economía: al mercado, al fisco, a la industria nacional que genera empleos formales y a los importadores que respetan las leyes.
- Identificar organizaciones criminales. Los esfuerzos deben estar enfocados en operativos y análisis que apunten a las grandes mafias y no a establecimientos menores. De muy poco sirve perseguir a los pequeños vendedores de productos ilícitos, si no se tiene claridad de quiénes están atrás de ellos. Incluso se debería trabajar con las policías fiscales de manera transfronteriza para poder identificar a esas grandes mafias que nutren a los mercados de productos ilegales. Cuando caen las cabezas se tiene un impacto real ante el comercio ilícito.
- Control posterior. Es necesario fortalecer el intercambio de información con aduanas de otros países y otras entidades del Estado relacionadas al comercio exterior. Deben trabajar de la mano y construir una base de datos común para hacer seguimiento en el mercado.
- Control regional. Establecer mecanismos de control para la lucha contra el contrabando técnico en zonas especiales de América Latina.
Silvia Hooker recalcó la importancia de un trabajo integrado que persiga a las organizaciones criminales que tanto daño hace a los países de la región. “Este año en el Perú tuvimos un gran caso, que ha marcado un antes y un después en este tema. Es el caso llamado ‘La Victoria’, en el que con mucha paciencia, trabajo coordinado de aduanas, la fiscalía y la policía fiscal, se logró identificar y detener a los cabecillas de una mafia que ingresaba al país ropa subvaluada por millones de dólares. Ya hay 20 personas presas y en proceso penal”, anotó.
El VI Encuentro de la Alianza Latinoamericana Contrabando (ALAC) reúne en Quito a especialistas de empresas, gremios y gobiernos de 14 países de la región, incluyendo el Perú, para analizar avances y retos en la lucha contra el comercio ilícito, especialmente en el marco de la pandemia del COVID-19.