- Por primera vez en las últimas seis décadas la manufactura registra una reducción consecutiva que se prolonga por cuatro años.
- La caída industrial agudiza el problema de la informalidad laboral. En el 2017 se crearon 440 mil nuevos empleos informales, mientras que el empleo formal se redujo.
Lunes, 19 de febrero de 2018.En el periodo 2014-2017, la producción industrial cayó 7.3%, causando la pérdida de más de 75 mil puestos de trabajo; alertó la Sociedad Nacional de Industrias (SNI). Es la primera vez en 60 años que la industria nacional registra cuatro años de caídas consecutivas; situación que no se ha visto en ningún otro país de América Latina en lo que va de este siglo.
La SNI sostuvo que la caída de la industria agrava la ya complicada situación laboral de todo el país. En el 2017 se destruyeron 125 mil empleos formales, a la vez que más de 300 mil jóvenes ingresaron a trabajar a la informalidad; en total, el año pasado, se crearon más de 400 mil nuevos empleos informales. Además, el empleo formal de la industria a nivel nacional bajó en 2,4%.
El gremio industrial detalló que el 2017 la manufactura total cayó 0,3%; mientras que la industria no primaria, la de mayor nivel de transformación y generación de valor agregado, disminuyó en 0,9%. Advirtió que de no aplicarse reformas que impulsen la economía y la inversión industrial, el 2018 este sector clave, que da trabajo directo a 1.5 millones de peruanos, sumará su quinto año de retroceso.
La entidad señaló que la recesión en la industria peruana también ha generado una reducción en su aporte en el PBI, pasando de ser el 16,5% del PBI nacional en el 2007 a representar solo el 12,7% del PBI el año pasado. Otro dato preocupante es que de las 93 ramas que componen la manufactura, más de la mitad de ellas, 49, cerraron el año en rojo.
En esa línea, afirmó que el retroceso industrial de los últimos años obedece principalmente a factores internos: escasa acción del Estado en favor de la inversión, rigidez laboral y una excesiva carga tributaria para un país con un enorme déficit en infraestructura; además de, ruido político, burocracia ineficiente, corrupción, entre otros.