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- Locales informales intervenidos fueron El Virrey, Yumbo, Renace El Agro, Tavarine, SIN NOMBRE local signado con el 306, Agro Milagros, La Pedrera, Felecron y Agronegocios Nena.
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Lunes, 09 de febrero.- Con la participación del Comité de la Industria Agroquímica (CIA) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), la Fiscalía de Delitos Aduaneros de Tumbes incautó a fines de enero más de 100 productos agroquímicos entre fungicidas, insecticidas, herbicidas y otros de procedencia ilegal y de dudosa calidad, valorizados en S/. 20, 000, en nueve puntos de venta del distrito de Corrales en Tumbes.
“La SNI, a través del Comité de la Industria Agroquímica, presentó la denuncia ante la Fiscalía donde se solicitaba la intervención de cuatro locales comercializadores de productos agroquímicos de procedencia ilícita, que se hizo, pero además llevó a la Fiscalía a intervenir con éxito cinco puestos más en el distrito de Corrales”, representante del CIA, Renzo Gomero.
En total, los nuevos locales informales intervenidos fueron: El Virrey, Yumbo, Renace El Agro, Tavarine, SIN NOMBRE local signado con el 306, Agro Milagros, La Pedrera, Felecron y Agronegocios Nena.
“Como parte de nuestra responsabilidad social empresarial en el sector, desde la Sociedad Nacional de Industrias seguiremos trabajando para erradicar el contrabando que tanto daño ocasiona y que afecta el trabajo serio y honesto de muchas empresas nacionales”, sentenció Gomero Rodríguez.
MERCADO DE PLAGUICIDAS AFECTADO POR CONTRABANDO
El año 2014 el mercado de plaguicidas facturó un aproximado de US$ 200 millones, monto que se vio afectado hasta un 15% (US$ 30 millones) por el delito de contrabando que se realiza tanto por nuestra frontera Norte como por la frontera Sur con Bolivia y que llega a diferentes valles agrícolas del país, indicó Renzo Gomero.
“Los productos ingresados de contrabando sin garantías de calidad ponen en alto riesgo la salud de los consumidores de las productos agrícolas tratados con estos plaguicidas, asimismo, el contrabando afecta directamente a los agricultores porque estos no reúnen las características reales para tener un control efectivo de las plagas, ponen en riesgo sus cultivos y a sus ingresos familiares creyendo que están ahorrando dinero”, señaló..
