- Desde el 16 de marzo hasta el 26 de abril, la importación de prendas de vestir y otras confecciones se incrementó en 117% en valor y 135% en volumen.
- Industria textil-confecciones está paralizada al 100% en acatamiento del estado de emergencia.
- Sector que genera más de 400 mil empleos directos tendría un escenario de competencia desleal de importadores.
Lima, 29 de abril de 2020.- El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Ricardo Márquez, informó que desde que se inició la cuarentena por el COVID-19, la importación de prendas de vestir se duplicó; mientras que la producción nacional cayó a cero, debido al cumplimiento de la paralización dispuesta por el estado de emergencia, situación que es de preocupación para el sector debido a la vulnerabilidad a la que está expuesta la industria nacional, cuyo objetivo es resguardar el empleo de más de 400 mil puestos de trabajo que en las actuales circunstancias es de vital importancia para el bienestar de la población.
Márquez detalló que según cifras oficiales, proporcionadas por el Comité Textil y Confecciones del gremio industrial que representa, desde el 16 de marzo hasta el 26 de abril, la importación de prendas de vestir y otras confecciones se incrementó en 117% en valor y 135% en volumen. Solo en este periodo ingresaron al país cerca de 18 millones de confecciones diversas.
Asimismo, explicó que ello implicará que al final del estado de emergencia haya un desfase en la oferta, pues mientras que las empresas nacionales recién empezarán gradualmente su producción, las importaciones ya están listas para su consumo; existiendo así un escenario de competencia desleal.
“A ello se suma que el consumidor peruano, por efecto de la cuarentena contará con muy pocos recursos, por lo que es de esperar que los retailers empiecen sus campañas de remate al crédito, el mismo que es otorgado por sus propias instituciones financieras a altas tasas de interés, capturando el poco mercado y aprovechando la necesidad de las familias”, opinó.
Este panorama incierto también se da en la fabricación de hilados y tejidos, cuyos incrementos de importaciones, entre el 16 de marzo y el 26 de abril, fueron del orden del 110% y 86%, respectivamente; registrándose el ingreso de 6,6 millones de kilos de hilados y más de 10 millones de metros de tejidos.
El líder industrial recordó que la cadena textil-confecciones es la rama manufacturera que más empleo genera, con 406,000 puestos de trabajo directos. Por ello, mostró su preocupación por la situación del sector apenas se reactiven las operaciones, la cual se espera sea anunciada pronto por el Gobierno. “Un reinicio de operaciones que sería gradual y cumpliendo estrictas medidas de bioseguridad, medida que las empresas de esta rama industrial respaldan”, agregó.
“Las empresas de textiles y confecciones están desarrollando estrategias e iniciativas que les permitan adecuarse al nuevo escenario post COVID-19, lo cual será un reto muy grande. Sin embargo, también deben afrontar obligaciones de muy corto plazo y a la competencia desleal, ocasionada por la falta de control y el aumento de importaciones. Por lo que, es indispensable que el Estado peruano adopte medidas que apunten a una adecuada reactivación de los sectores productivos, y evitemos así que este problema social sea de mayor magnitud”, advirtió.